NO TIENE SOLUCIÓN¡¡¡¡………. NO TIENE SOLUCIÓN?????????
Ya son varias las personas que me han consultado o solicitado mis servicios como segundo o tercer intento desesperado para poder encontrar otra solución a los problemas que tienen con sus perros.
Lo que más me ha sorprendido es que a estas personas se les ha dicho que el perro no tiene solución y que lo que tienen que hacer es dar al perro en adopción e incluso en algunos casos, les han aconsejado sacrificarlo.
PUES LO SIENTO PERO NO PUEDO ESTAR MAS EN DESACUERDO CON ESTE TIPO DE RECOMENDACIONES.
Es cierto que algunos de casos de comportamiento requieren más esfuerzo y trabajo que otros. Pero es esa una razón para aconsejar a un propietario una decisión tan drástica e inamovible?
Inconscientemente muchas personas han alimentado el mal comportamiento del perro hasta llegar a un punto límite y cuando queremos corregir y poner las cosas en su sitio los propietarios se sienten perdidos sin saber como abordar el problema.
Entonces es cuando buscan consejo y ayuda externa. Medida acertada.
Y he aquí el motivo que haya decidió escribir este post.
Hace un par de días me explicaron el caso de una señora que tiene dos perros y que un día uno de ellos ataco al otro.
Desesperada y angustiada decidió busca de un profesional.
He aquí lo que me contó mi narrador: “le han dicho que es una persona muy buena, que sabe mucho sobre el tema. Le ha aconsejado que lo mejor que puede hacer es deshacerse de uno de los perros porqué no tiene solución”¡
Pues NO señora, yo no estoy de acuerdo, no apruebo esta decisión y me come por dentro el no haber podido llegar a usted a tiempo.
¿Como podemos pretender que nuestros perros sean tranquilos y sumisos si en la gran mayoría de casos no respetamos sus códigos, sus instintos en definitiva lo que son? Ellos nos dan muchísimas cosas y creo que nosotros les debemos ese respeto y el luchar hasta el final para ayudarles, darles otra oportunidad.
Y a no ser que el perro sufra un problema neurológico, estoy convencida que se puede recuperar y ayudar al perro para que vuelva a ser equilibrado y sociable. A veces es fácil y otras es más difícil.
Querer trabajar en la re-educación del perro dependerá únicamente de su dueño. La decisión final es suya.
Pero mi indignación se alza cuando ni siquiera se le ha dado una segunda oportunidad, cuando ni siquiera se han explorado otros caminos (que quede claro que hablo del caso que vengo de explicar) antes de recurrir a soluciones tan drásticas.